No hay muchas bandas que puedan afirmar que se formaron en un cementerio. Pero era un sitio perfecto y apropiadamente poético para el nacimiento de los pioneros de la música de raíces, The Pine Hill Haints. Ellos han pasado las últimas dos décadas resucitando todo tipo de músicas que no entraban en el “mainstream”, en un estilo que ellos definen como “Alabama Ghost Country”. Tan influenciados por los New York Dolls como por Fugazi, decidieron llevar esa energía al formato de grupo familiar de las jug bands, utilizando instrumentos tan básicos como la tabla de lavar o la sierra musical u hoja sonora. En su último disco, The Song Companion of a Lonestar Cowboy, visitan esos lugares y otros coloridos paisajes de la americana y los Apalaches. Así, encontramos piezas de fiero rockabilly con raíces irlandesas, boogie al más puro estilo de Bo Diddley, excursiones al lado más country de Sun Records, blues pantanoso, sabores cajunes y demás vieja música con alma. Grabado en Muscle Shoals (Alabama), contiene interpretaciones de canciones folk, blues y góspel, junto a invitados como JD Wilkes, de los Legendary Shack Shakers.